San Sebastián, Donosti, La Bella Easo... da igual como se la llame, pero todo el mundo está de acuerdo en que es una de las ciudades más bellas de España.
Yo no había estado nunca y no me cree grandes expectativas, porque siempre me suele ocurrir que las ciudades que gustan a todo el mundo, a mi luego me decepcionan, supongo que es por el nivel demasiado alto que les pongo. Así que me fui a San Sebastián sin pensar cuanto me iba a gustar, sólo fui a disfrutar de ella, de su gente, fui a pasear, observar, divertirme, y por supuesto, a ver cine.
Al llegar me topé con el río Urumea, el Ayuntamiento, la playa de la Concha rodeada por los montes Urgull e Igueldo, la isla de Santa Clara, el puerto y el maravilloso casco viejo... como no enamorarse...
El primer día llegué por la tarde desde Bilbao, y para no perder tiempo subimos al monte Urgull. En él existen numerosos senderos donde perderse para disfrutar de la naturaleza, los paisajes, las vistas a las 3 playas de la ciudad (Ondarreta, la Concha, Zurriola)... Maravilloso lugar para los aficionados a la fotografía, y sobre todo, excelente paraje para aislarse de la realidad, llegar a la tranquilidad y poder volar sobre el mar. En lo más alto, se encuentra el Castillo de la Mota y la emblemática imagen del Sagrado Corazón, de 12,5 metros de altura. La bajada nos llevó directamente hasta el puerto en un anochecer espectacular...
Yo no había estado nunca y no me cree grandes expectativas, porque siempre me suele ocurrir que las ciudades que gustan a todo el mundo, a mi luego me decepcionan, supongo que es por el nivel demasiado alto que les pongo. Así que me fui a San Sebastián sin pensar cuanto me iba a gustar, sólo fui a disfrutar de ella, de su gente, fui a pasear, observar, divertirme, y por supuesto, a ver cine.
Al llegar me topé con el río Urumea, el Ayuntamiento, la playa de la Concha rodeada por los montes Urgull e Igueldo, la isla de Santa Clara, el puerto y el maravilloso casco viejo... como no enamorarse...
El primer día llegué por la tarde desde Bilbao, y para no perder tiempo subimos al monte Urgull. En él existen numerosos senderos donde perderse para disfrutar de la naturaleza, los paisajes, las vistas a las 3 playas de la ciudad (Ondarreta, la Concha, Zurriola)... Maravilloso lugar para los aficionados a la fotografía, y sobre todo, excelente paraje para aislarse de la realidad, llegar a la tranquilidad y poder volar sobre el mar. En lo más alto, se encuentra el Castillo de la Mota y la emblemática imagen del Sagrado Corazón, de 12,5 metros de altura. La bajada nos llevó directamente hasta el puerto en un anochecer espectacular...
La noche es para divertirse, y para comer pintxos!! ummmm... increíble, que bien lo pasamos en la toma de contacto. Incluso, nos encontramos con uno de los jóvenes directores que se pasan por la ciudad de San Sebastián por estas fechas, en este caso Federico Veiroj, con su película Acné y la peculiar publicidad del film (veáse la chapita que llevo en mi mano, no sé si se ve bien, pero sí, es lo que parece :P)
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